Orgullo y Arrugas

¿Has visto alguna vez a dos personas mayores de 65 años del mismo sexo cogidas de la mano? ¿Has encontrado a alguna persona trans dentro de alguna asociación de personas mayores? ¿Te has planteado alguna vez si has conocido a alguna persona LGTB+ de la tercera edad?

Nosotrxs también nos hicimos estas mismas preguntas. Para conocer de cerca la realidad de estas personas, hemos querido entrevistarlas y que nos contasen cómo se vive siendo una persona de la tercera edad y de la comunidad LGBT.

Cuando quisimos ponernos en contacto con ellas, nos dimos cuenta de que es un colectivo superinvisilizado (más aún de lo que ya sabíamos que era) y que no conocíamos a nadie dentro del colectivo con esta edad. Intentamos establecer contacto con distintas asociaciones LGTBIQ+, que tampoco fueron de mucha ayuda (ya que en estas asociaciones no suele haber gente de la tercera edad o directamente no dieron respuesta).

Debido a la imposibilidad de contactar con personas mayores pertenecientes a este colectivo, finalmente, tuvimos que recurrir a aplicaciones para ligar con gays como Grindr, y con lesbianas, como Wapa, para conseguir entrevistarlas. Sin embargo, no hemos podido conseguir el testimonio de ninguna persona trans.  Los resultados, aun así, son bastante satisfactorios. A través de las entrevistas* hemos vislumbrado los siguientes resultados:

*Las entrevistas completas se pueden leer al final de esta entrada.

1.      Datos sociodemográficos acerca de la población objetivo

Este primer apartado tiene como objetivo localizar y adentrarnos dentro de la población objetivo. En 2011 en España, aproximadamente el 8% de la población general era mayor de 65 años. Aunque es muy complejo realizar una estimación exacta de las personas mayores LGBT+ que pertenecen a él, debido a que la orientación afectivosexual no está planteada en ningún censo y muchos de ellos aún siguen ocultos por el estigma en el que están adentrados, aproximadamente hay 622.000 personas mayores LGBT+ en España (Gracia, 2011).

2.      ¿Qué consecuencias tiene envejecer?

Francis, 68 años.

El edadismo conlleva aislamiento e invisibilización para el colectivo de personas mayores, siendo aún más grave para colectivos minoritarios como puede ser el de personas mayores lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y demás (LGBT+; Dotta, 2018). Hablamos entonces de una doble discriminación, por pertenecer a un colectivo discriminado como es el de las personas mayores y por pertenecer a una minoria, como es la comunidad LGTB+ (LGBT+; Dotta, 2018). La marginación a este colectivo también se produce por parte del propio colectivo LGBT+, el cual no está libre de los prejuicios y estereotipos que la sociedad transmite y reproduce sobre las personas de la tercera edad (Mesquida y cols., 2014).

Ale, 65 años.

Estos prejuicios y estereotipos pueden provocar en los individuos un sentimiento de soledad, tal y como lo demuestre el estudio de Fokkema, de Jong, Gierveld y Diystra (2012), donde se comparan los niveles de soledad entre distintos países. Los resultados revelan que existe un mayor sentimiento de soledad en España siendo un 24% de la población mayor de 65 años en España que se siente sola, frente al 10% de la población mayor de Suecia (Del Barrio et al., 2010). Además, según Fokkema y Kuyper (2009) la tasa de soledad entre personas mayores del colectivo LGBT+ dobla a las de personas mayores no pertenecientes a dicho colectivo (siendo en hombres 19% LGBT+ frente al 2% no LGBT+ y mujeres 14% LGBT+ frente al 5% no LGBT+).

El sentimiento de soledad puede ser mayor cuando el individuo no comunica a las personas de su entorno  su condición afectivosexual.  El proceso de “salir del armario” puede resultar dificil ya que está cargado de conflictos, estigma y marginación.  Esto provoca que muchas personas mayores del colectivo opten por no mencionar nunca su orientación afectivosexual con el fín de evitar las consecuencias derivadas de  los prejuicios y la discriminación (Barker, Herdt y De Vries, 2006).  Además,  el estigma  de pertenecer al colectivo LGTB+ puede impactar de manera significativa y negativa en la satisfacción con la vida, en la satisfacción sexual y las relaciones que establecen las personas mayores LGBT+ (Ribeiro, Costa y Leal, 2019).

Francis, 68 años.

Además, el edadismo conlleva  una serie de implicaciones respecto a la desigualdad, la inequidad, el riesgo de maltrato, el desempoderamiento de las personas mayores y sobre todo en la salud mental (Bravo-Segal y Villar, 2020). Estas consecuencias negativas se acentúan en este colectivo de personas mayores LGBT+ como así lo demostró el informe de 2019 de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGBT), donde se concluyó que en España las personas de la comunidad LGBT mayores de 65 años tienden a sufrir síntomas de depresión y ansiedad con una incidencia 3 veces mayor que la media de la población de este grupo de edad (FELGTB, 2019).

Alfonso, 70 años.

Asimismo, el edadismo en la comunidad LGTB+ provoca que tengan que asumir, en mayo medidad, el rol de cuidador/a. Los datos obtenidos del informe de la asociación SAGE (2018), demuestran que debido a que el colectivo de personas LGBT tienen el doble de probabilidad de envejecer aisladas y en soledad, y el cuádruple de no tener hijos, tienden a convertirse en cuidadores más a menudo que sus las personas mayores de la población general. El 54% de los adultos mayores LGBT que reciben cuidados lo hacen a través de sus compañeros/as de vida; 24% de ellos recibe el cuidado de un/a amigo/a. Se ha observado que el 21% de los adultos mayores LGBT proporcionan cuidado a sus amigos/as en comparación con sólo el 6% de las personas mayores de la población general.

Estos roles, junto con la discriminación y la aparición de enfermedades, pueden conducir a las personas mayores LGTB+ a  experimentar su orientación sexual de forma negativa, tal y como lo muestran su respuestas.

Algunas de estas consecuencias, como la falta de cuidados o de acompañamiento, se deben a la invisibilización que sufre este grupo como consecuencia de nuestra sociedad, donde se le rinde culto a la juvetud, la belleza y la herteronormatividad. Por ello, observamos la importancia de dar visibilidad al colectivo olvidado de personas mayores LGBT+, siendo una necesidad de primera mano realizar intervenciones de carácter psico-social que tengan como objetivo la normalización y visibilización de este colectivo.

Teresa, 66 años.

Intervenciones, como las realizadas desde la Fundación 26 de diciembre, ofrecen alternativas y soluciones eficaces para este grupo de la población. Esta fundación ha creado una residencia especialmente para personas mayores LGTBIQ+ cuyos servicios incluyen formación externa especializada en diversidad psicosexual y psicoafectiva, Servicio de Ayuda a Domicilio y teleasistencia, mediación y acompañamiento a mayores LGBT+ vulnerables en la búsqueda de vivienda autónoma, pisos tutelados donde conviven mayores LGBT+ en exclusión social, soledad y escasos recursos económicos, etc.

3.      “¿Cambiaría algo de su vida?”

La realidad nos demuestra que se debe intervenir en el colectivo para dotarles de una mayor calidad de vida, pero sin olvidar que un cambio de actitud es necesario en la sociedad para combatir la doble discriminación que se sufre por ser de la tercera edad y bollera, marica, trans, bi

Hay que remarcar que muchas de las personas LGBT que a dia de hoy son de la tercera edad, tuvieron que descubrir su propia sexualidad e dentidad de género dutrante una dictatura fascista o justo despues de ella. Afortunandamente, han podido observar como nuestra sociedad ha ido evolucionando hacia mayores formas de tolerecia y respeto, que nos permiten vivir más libres.

Teresa, 66 años.
Alfonso, 70 años.
Jean, 67 años.

Manuel Ramírez de la Torre y Marta Alonso Álvarez

Bibliografia:

Asociación Advocacy & Services for LGBT Elders (SAGE, 2018). Recuperado de: https://www.sageusa.org/wp-content/uploads/2018/07/sageusa-the-facts-on-lgbt-aging-en-espanol.pdf

Barker, J., Herdt, G. y de Vries, B. (2006). Social support in the Lives of Lesbians and Gat Men at Midlife and Later. Sexuality Research & Social Policy: Journal of NSRC, 3(2), 1-23. Doi: 10.1525/srsp.2006.3.2.1

Bravo-Segal, S., & Villar, F. (2020). La representación de los mayores en los medios durante la pandemia COVID-19: ¿hacia un refuerzo del edadismo? Revista Española de Geriatría y Gerontología. doi:10.1016/j.regg.2020.06.002

Dotta, A. (2018). La invisibilización como forma de discriminación múltiple: Personas adultas mayores LGBT en Costa Rica. Revista costarricense de trabajo social, 32, 30-46.

FELGTB (2019).  Informe 2019. Mayores LGTBI: Historia, lucha y memoria. Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Tran-sexuales y Bisexuales (FELGTB).  Recuperado de: https://felgtb.org//wp-content/uploads/2020/03/MayoresLGTBI_informe2019.pdf

Fokkema, T., Gierveld, J. y Dykstra, P. (2012). Crossnational differences in older adults loneliness. The Journal of Psychology, 146(1-2), 201-228.

Fokkema, T., y Kuyer, L. (2009). The relation between social embeddedness and loneliness among older lesbian, gay and bisexual adults in the Netherlands. Archives of Sexual Behavior, 38(2), 264-275.

Gil Calvo, E. (2002). El poder gris: una nueva forma de entender la vejez. Barcelona, España: Literatura Random House

Gracia, J. (2011). Los derechos humanos y la posición social de las personas mayores LGBT. Un supuesto específico: los malos tratos. Proyecto Consolider-Ingenio 2010, 12, 1-48. Recuperado de: https://e-archivo.uc3m.es/handle/10016/19305

Mesquida, J., Quiroga, R. y Boixadós, A. (2014). Trabajo social, diversidad sexual y Envejecimiento. Una investigación a través de una experiencia de aprendizaje-servicio. Grupo de investigación e Innovación en Trabajo Social (GRITS). Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universitat de Barcelona. Barcelona. Recuperado de: https://alternativasts.ua.es/article/view/2014-n21-trabajo-social-diversidadsexual-y-envejecimiento-una-investigacion-a-traves-de-una- experiencia-deaprendizaje-servicio

Ribeiro, J., Alexandre, P. y Leal, I. (2019). Minority Stress in Older Portuguese Gay and Bisexual Men and Its Impact on Sexual and Relationship Satisfaction. Sex Res Soc Policy, 17, 209-218. https://doi.org/10.1007/s13178-019-00385-1. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/330810664_Minority_Stress_in_Older_Portuguese_Gay_and_Bisexual_Men_and_Its_Impact_on_Sexual_and_Relationship_Satisfaction

Acceso a las entrevistas completas:

Son muchas las personas gays, lesbianas, trans y bisexuales que tienen más de 65 años, sin embargo la sociedad se ha empeñado en invisibilizar su existencia, pues no les vemos ni en películas, libros, anuncios… Es por ello, que queremos daros voz y decidle al mundo que existís.

Respecto a su pasado:

1.         ¿Ha salido usted del armario? En caso de ser así: ¿cómo se sintió en el momento de salir del armario? ¿Cómo reaccionaron las personas que le rodeaban entonces? ¿Cree que actualmente es más sencillo  “salir del armario”?

2.         ¿Qué prejuicios y discriminaciones ha sufrido usted a lo largo de su vida por pertenecer a dicho colectivo?, ¿considera que el nivel de discriminación aumenta con la edad?

Respecto a la actualidad:

3.         Ahora centrándonos en la actualidad, ¿Cómo experimenta su orientación afectivosexual? ¿De manera positiva o negativa?

4.         ¿Cómo se siente al pertenecer a la comunidad LGBT+ siendo de una edad avanzada? ¿Cree que hay mayor estigma hacia una persona mayor LGBT+ que hacía un/a joven LGBT+?

5.         ¿Se siente usted apoyadx por personas de su círculo cercano? ¿Cree que las personas de la tercera edad carecen de redes de apoyo afectivas, y cree que esta situación es peor en personas del colectivo?

Retrospectivamente:

6.         ¿Qué le diría a su “yo” de hace 50 años? ¿Cambiaría algo de su vida?

Francis, 68 años:

  1. Yo no he salido nunca del armario por miedo a lo que pudiesen pensar sobre mí los demás. Mi primera relación sexual homosexual fue con un amigo, cunado teníamos 16 años y ahí me di cuenta que me gustaban los chicos. A los 22 años conocí a un chico que acabó siendo mi primera pareja estable y con el que estuve 7 años. Después de él, solo he tenido relaciones puntuales y discretas.
  2. Consideró que no he sufrido discriminación, pues poca gente conoce mi orientación sexual, pero si que, a veces, he sentido que me criticaban por mi forma de ser y actuar. Sin embargo, sí he sufrido discriminación en apps para ligar como esta (Grindr), ya que hay gente joven que te insulta o te ofende si intentas mantener una conversación con ellos y reconozco que estas actitudes me han dolido.
  3. Considero que buscar pareja o un compañero es más difícil siendo mayor y gay, por eso creo que ahora mismo experimento mi orientación sexual como negativa.
  4. No me considero de la “comunidad gay” pues no he salido del armario y no me siento parte de esa comunidad. Y sí, consideró que el estigma, sobre todo a la hora de conocer gente nueva, es mayor si eres gay y de avanzada edad.
  5. Si, siento que puedo contar con mi familia y amigos, y en mi caso, no me siento menos solo por ser gay.
  6. Solo cambaría el haber sentido vergüenza por mi orientación sexual, ya que muchas veces me he reprimido de acercarme o conocer alguien por temor a que se riese de mí.

Jean (Francés), 67 años:

  1. Salí del armario hace 50 años, con 17 años, cuando descubrí que me gustaba un chico de mi instituto, y al principio hubo amigos y familiares que no me apoyaron ni querían entenderme. Consideró que hoy en día es mucho más sencillo salir del armario y que te acepten.
  2. Considero que no he sido victima de discriminación, pero creo que esto depende de sí los demás te perciben como “afeminado “o no. Creo que esta discriminación depende de sí los demás te perciben que eres como ellos o no.
  3. Ahora, considero que mi orientación sexual es algo positivo, algo de lo que no tengo que avergonzarme, aunque a esta edad es más difícil conocer a otros hombres gays.
  4. En mi caso, no considero que haya un mayor estigma, pues creo que, a esta edad, la orientación sexual parece que importa menos.
  5. Yo me siento apoyado por personas de mi círculo, y me consideró una persona afortunada por ello, pero creo que no todos los gays de mi edad tienen la misma suerte, ya que hay muchos que por la época en la que nacieron y por miedo a lo que pensasen los demás, nunca han salido del armario, y se deben de sentir muy solos.
  6. Le diría que no se preocupe y que todo va a salir bien, ya que de joven tenía miedo de que el mundo me diese la espalda por ser gay.

Alfonso, 70 años:

  1. No, no he salido del armario públicamente, mis amistades y mi gente mas cercana sí sabe que soy gay, aunque nunca me he atrevido a presentar a mis parejas a mis amigos y familia. Sin embargo, creo que, si hubiese nacido en esta época, sí que hubiese mostrado de forma más abierta que me gustan los hombres, ya que creo que ahora vivimos en una sociedad más abierta.
  2. No recuerdo que nadie me haya juzgado por ser gay, aunque es cierto que nadie en mi trabajo sabía que lo era. Sí que considero que, al ser mas mayor, es mas dificil encontrar pareja o simplemente hablar con otros hombres, que te rechazan directamente por la edad.
  3. Actualmente, muy negativa, ya que tengo parkinson y hace años que no tengo vida sexual ninguna. Sinceramente, la definiría como penosa, ya que mi enfermedad me impide salir de casa y conocer gente.
  4. No estoy conectado con el “mundo gay” ni nunca lo he estado, pero no creo que exista un mayor estigma por el simple hecho de la edad, pero sí por mi enfermedad que me hace ser dependiente.
  5. Por la sociedad sí que me siento un tanto rechazado pero mi familia sí que me apoya y me cuida, mis amigos también, aunque no los veo mucho debido a mi enfermedad. Creo que si fuese hetero la situacion sería distinta, pues quizá hubiese podido crear una familia, que se pudiese hacer cargo de mí y me diese su amor.
  6. Creo que la vida no ha sido justo conmigo. He sido una persona muy trabajadora toda la vida y nunca he podido tener una pareja estable ni una buena salud. Le diría a mi yo de hace 50 años que se preocupase menos por el trabajo y más por su propia felicidad.

Ale, 65 años (Argentina):

  1. Yo soy de Argentina, acabábamos de salir de una dictadura militar y eso no era bueno para los gays. Salí del armario a los 19, pero había tenido una historia silenciosa con una compañera del colegio a los 15. Cuando empecé a salir de fiesta a lugares de ambiente y mis amigxs se enteraron, me dieron la espalda y creo que eso fue lo más doloroso. Mis padres no lo supieron hasta pasados mis 30 y realmente fué gente que no tiene una educación sobre el tema. Mis hermanos supieron casi desde siempre… un hermano se enamoró de mi pareja y trató de robármela (ya hemos hablado del tema y lo hemos resuelto, él era un crío). Luego durante mucho tiempo siempre tuve que ir ocultando la info, de si tenía pareja, si era un hombre… Creo que ahora la gente tiene mucha más facilidad, aunque depende de la parte del mundo en el que vivan, si son tierra dentro o de ciudades abiertas.
  2. Yo estuve con una chica que era de Burgos, donde parece que la religión está muy instaurada. Opus dei y todo eso.. Ella tenía 30 años cuando estuvo conmigo. Desde los 18 tenía historias con mujeres, pero en su casa eran muy conservadores y llevaba toda una vida paralela.. Y en la calle teníamos que comportarnos como amigas. Tiene que ver mucho con las creencias y la confianza que tengas con los que sientes que te quieren. Si sientes que van a rechazar esa parte de ti, es más difícil salir del armario. Es la historia de la vida, la poca autoestima que nos imponen… la sociedad, el patriarcado, la religión, el miedo, la desconfianza y soledad mal llevada…
  3. Mi orientación afectivosexual por supuesto que es positiva, me siento super cómoda con quien soy y lo que estoy viviendo ahora mismo, es la decisión más sabia que tomé en la vida, y solo a los 19 años.
  4. Lo que he visto y me duele ahora mismo es cuando cumples 50, comienzas a desaparecer socialmente, como si ya no tuvieses derecho a enamorarte… Muchxs me han contactado para hacer tríos con parejas heteros, como que para lo único que servimos en esta edad es para follar. Deben creer que ya no creemos en el amor, no queremos nada más, no sentimos, nuestro cuerpo ya se ha marchitado y espera morir…
  5. Mis amigas que están entre los 40 y los 50 no se separan de mi, no creen que sea un cuerpo que espera a morir, siempre me tratan como si fuese una más, no me siento aislada en ningún momento. Y creo que por ello también son mis amigas. Creo que va un poco en las personas de más edad en general, no porque sean gay´s o no… yo creo que la sociedad a esas edades piensa que la sexualidad no existe. Son eternas depresiones y dolencias, muchas de ellas solo para que le presten atención, para mendigar un poco de sentimiento. Son gritos silenciosos… Y lo que no se da cuenta la sociedad es que todxs vamos hacia allí… y que no somos inmortales.
  6. Le diría que tire para adelante, que no se quede anclada en el miedo. Aparte viví un abuso sexual de los 8 a los 13 años de un pariente cercano y eso me marcó para el resto de mi vida. Hoy en día sé que no cambiaría mi historia, vengo de una familia muy machista, fui la primera en irme de casa porque la mujer en esa situación cumplía un rol que a mi no me gustaba para nada. Eso salió a través de la independencia “ficticia” de mis 13 años tras el abuso… Siempre intenté apartarme de todo lo que fuera machista, opresión, he sido una rebelde con causa y por eso no cambiaría ningún minuto de mi vida. En mi casa no supieron hasta los 30 nada, y tampoco querían ver que era gay… Trataban a mis parejas como amigas. Sí que le diría que saliese a comerse el mundo, me quedé encerrada en muro muy grande que me hice para no sentirme vulnerable, así que, si me tengo que quedar con algo, es que no es el bicho raro, que tus amigxs aunque no te conozcan del todo, van a impulsarte para crecer.

Teresa, 66 años:

  1. Salí del armario con 22 años, cuando descubrí que una compañera de la facultad me gustaba. Mi familia se lo tomó de malas maneras porque asociaban eso con el demonio y con que tenía una enfermedad, aunque sí me vi muy ayudada por parte de mis amigxs, y estoy segura de que, si no lxs hubiese tenido, hubiese entrado en un hoyo muy muy grande.
  2. Siempre me han tachado de ser poco femenina y de que tenía actitudes que deberían tener los hombres. En la época en la que yo era joven no estaba bien visto que una mujer saliese a jugar con el resto de los niños o que tuviese el pelo corto, y yo a modo un poco de rebeldía sí que hacía ambas.
  3. Toda mi vida he considerado que mi orientación sexual era algo negativo, aunque poco a poco he ido aceptando que es algo que va conmigo, y que no tenía por qué esconderme de ello.
  4. No creo que sea un tema de estigma, sino que cuando somos personas mayores se intenta desligar completamente de nuestro ser esa sexualidad y todo lo que tenga que ver con ella, no se nos tiene en cuenta en ese aspecto.
  5. Creo que yo ahora mismo me he rodeado de gente que me suma, aunque a lo largo de mi vida me ha costado mucho encontrar personas de este calibre. Aun así, conozco realidades de personas cercanas a mi que no corren la misma suerte, y muchas de ellas no han llegado nunca a salir del armario públicamente.
  6. Le diría que se apoyase en quién es, que es una persona super buena y que iba a poder con todo, que no se rindiese, y que, aunque vengan tiempos más difíciles, que le eche coraje, que va a salir adelante.


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