El 8 de marzo de 2018 millones de mujeres se unieron a la huelga feminista y se concentraron en muchas ciudades españolas en una reivindicación por los derechos de las mujeres sin precedentes. Sin embargo, cabe destacar que no todas las organizaciones feministas se sumaron a la huelga. Es el caso de Afroféminas, quienes unos días antes del 8M anunciaron en un comunicado las razones de su no adherencia a la huelga feminista. Afroféminas, tal como se definen en su página web, es una comunidad en línea para las mujeres afrodescendientes/negras que promueve un diálogo sincero y constructivo sobre la complejidad, circunstancias y vida de la mujer negra a través de la opinión, el periodismo, la literatura y la poesía. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿qué está haciendo mal el feminismo español para que una organización feminista no se sienta representada?
Tal como expresan en su comunicado, “la invisibilización de las mujeres racializadas en este movimiento es prácticamente absoluta. Los medios apenas se hacen eco de las posturas de nuestras líderes, e incentivan un feminismo mainstream expresamente blanco” y añaden “desgraciadamente la interseccionalidad sigue siendo una palabra que el feminismo hegemónico vacía de contenido cuando la tiene que poner en práctica”. Pero, ¿qué es esto de la interseccionalidad?
Feminismo, interseccionalidad y mujeres racializadas
En este video Kimberle Williams Crenshaw, activista y académica, nos explica de manera clara el significado del término interseccionalidad. Fue ella misma quien acuñó este término en 1989, argumentando que las mujeres negras eran excluidas tanto por las teorías feministas como por las políticas antirracistas. Esto se debía a que tanto unas como otras solo tenían en cuenta uno de los aspectos, sin reflejar la interacción entre la raza y el género. Es decir, las políticas feministas se centraban en proteger a las mujeres blancas y las antirracistas en proteger a los hombres negros, por tanto no había protección alguna para las mujeres negras. En consecuencia, la autora afirma que la experiencia de intersección es mayor que la suma de racismo y sexismo por separado, por lo que se hace necesario tener en cuenta la multidimensionalidad de las experiencias de las mujeres racializadas.
Asimismo Warner y Shields (2013) exponen que las identidades sociales no pueden estudiarse de manera independiente, y tampoco separadas de los procesos que mantienen la desigualdad. Según Cole (2009), el concepto de interseccionalidad fue desarrollado con la finalidad de describir aquellos enfoques que tienen en cuenta, simultáneamente, el significado y las consecuencias de las múltiples categorías de grupos sociales a las que pertenecemos las personas. En este artículo nos centraremos en la interseccionalidad entre género y raza, pero es importante destacar que ésta también se puede dar con otras categorías como la clase social, diversidad funcional o diversidad sexual, igual de importantes que las dos primeras.
El concepto de mujeres racializadas es ampliamente utilizado por las activistas y feministas de la actualidad. Según Andy Philipps en su publicación, “los cuerpos racializados son los de aquellos o aquellas que han sido definidos a través de categorías como “negro”, “latino”, “chino”, “indio”, etc. cuya categorización viene, sobre todo, dada por el color de la piel o ciertos rasgos del fenotipo. Un cuerpo racializado (usualmente por blancos) es una experiencia, vivida usualmente por no-blancos.” Por tanto, el concepto de mujer racializada incluiría a las mujeres negras así como a todas las mujeres no-blancas.
Prejuicios y discriminación hacia las mujeres racializadas
Afroféminas explica: “las mujeres racializadas sufrimos una doble o triple discriminación, y que en muchísimas ocasiones, esas discriminaciones también vienen de las propias mujeres blancas”. La autora Bell Hooks (2000) en su libro Feminism is for everybody expresa que la verdadera hermandad entre mujeres blancas y mujeres de color se dará cuando las primeras se desprendan de la supremacía blanca y cuando el movimiento feminista sea fundamentalmente antirracista.
Como mujer blanca no voy a ser yo quien explique qué tipos de prejuicios y discriminaciones sufren las mujeres racializadas en España, de la misma manera que si fuese hombre no pretendería explicar la discriminación que sufren las mujeres. Sin embargo, puesto que creo que es necesario repensarnos y deconstruirnos como feministas blancas con el objetivo de conseguir esa hermandad de la que habla Hooks, voy a intentar exponerlo a través de experiencias y opiniones que diversas mujeres racializadas han explicado en entrevistas, publicaciones y vídeos.
Desirée Bela comenta en este vídeo cómo todavía existen muchos prejuicios sobre las personas africanas y afrodescendientes. Ella se define a sí misma como comunicadora, activista estética y afrofeminista. Es columnista en el diario Público, tiene un blog propio, un canal de Youtube y ha escrito el libro Ser mujer negra en España. Sobre el activismo estético, Bela expresa en una entrevista la necesidad de sobreponerse a prácticas estéticas tan violentas como el blanqueamiento de piel o el alisamiento del cabello afro. “Llevar el pelo afro natural también es resistencia. No solo se colonizaron territorios: (…) también se colonizaron cuerpos, estableciendo estándares de belleza blancos occidentales que teníamos que cumplir para ser aceptadas. Y nos lo creímos, porque nos los grabaron a latigazos”.
Si las mujeres tenemos de por sí una gran presión debido a los cánones de belleza establecidos, siendo mujeres negras la presión se multiplica. “La vía del activismo estético es una forma de desaprender muchas cosas, de descolonizar conceptos que, como personas negras que nos hemos criado en entornos blancos, hemos dado por sentados sobre la negritud”, afirma Desirée, y sigue “Para muchas personas, el pelo es una puerta de entrada para replantearse cosas en torno a su imagen, su identidad o su propia historia”.
Rita Bosaho es la primera mujer negra diputada en la historia de la democracia española, sin embargo a penas aparece en los medios de comunicación. En una entrevista explica como “La comunidad africana y afrodescendiente a la que pertenezco, sólo aparece en los medios de comunicación ligada a la migración, la exotización o al folclore”.
Un claro y explícito ejemplo de la exotización de la mujer negra lo encontramos en este anuncio de vaqueros de Desigual. Sin ir más allá, la famosa marca de ropa elige a tres bailarinas negras para vender un producto definido como exótico, tal como critica Bela.
Tanto Bela como Bosaho coinciden en la discriminación por parte de los medios de comunicación y la falta de mujeres racializadas referentes en la sociedad española. Como diputada, Bosaho comenta el poder de lo simbólico, la importancia de “ser una referente para los niños no blancos y las niñas no blancas, nacidos o criados en este país, que tienen una falta absoluta de referencias positivas tanto en los medios de comunicación como en los currículum educativos”.
Dasgupta (2011) también comenta la gran importancia de las y los referentes en su Modelo de Inoculación de los Estereotipos. En éste expone que para las personas que forman parte de minorías negativamente estereotipadas, como son las mujeres racializadas en España, ver personas exitosas de su mismo grupo en diferentes contextos desafía estos estereotipos, mejorando así su propia percepción y motivación para el éxito. La autora propone que las referentes actuarían como “vacunas sociales” que previenen a las personas de contaminarse con dudas sobre sí mismas, especialmente en períodos clave como los primeros años académicos y de desarrollo profesional.
La lista de ejemplos de prejuicios y discriminaciones hacia las mujeres racializadas podría extenderse y extenderse, podríamos hablar de casos como la apropiación cultural, el “purple washing” , el “blackpassing” o la fragilidad blanca. Todos estos casos revelan la necesidad urgente de reflexionar sobre la situación de las mujeres racializadas en España y, en consecuencia, la necesidad de repensar el feminismo predominantemente blanco actual con tal de que todas y cada una de las mujeres puedan sentirse representadas. El feminismo debería abrazar la diversidad en todas sus formas y hacer que las luchas de cada mujer sean las luchas de todas, siempre teniendo en cuenta el punto de vista de la interseccionalidad.
Hooks (2000) expone: “Durante años fui testigo de la renuncia de las pensadoras feministas blancas a reconocer la importancia de la raza (…). Y fui testigo de la revolución en la conciencia que ocurrió cuando las mujeres individuales comenzaron a liberarse de la negación, a liberarse del pensamiento de la supremacía blanca. Estos cambios asombrosos restauran mi fe en el movimiento feminista y fortalecen la solidaridad que siento hacia todas las mujeres” (p. 58).
Así pues, remontándome al inicio, ¿se unirá Afroféminas a este próximo 8M? ¿Cambiará la visión blanca hegemónica del feminismo abriendo espacio a todo tipo de feminismos?
Angela Davis, una de las grandes referentes de este tema, tiene una idea bien clara:
“El feminismo será antirracista o no será”
Autora: Maria Añó Perelló
Bibliografía
Cole, E. R. (2009). Intersectionality and research in psychology. American psychologist, 64(3), 170.
Crenshaw, K. (1989). Demarginalizing the intersection of race and sex: A black feminist critique of antidiscrimination doctrine, feminist theory and antiracist politics. University of Chicago Legal Forum, 139.
Dasgupta, N. (2011). Ingroup experts and peers as social vaccines who inoculate the self-concept: The stereotype inoculation model. Psychological Inquiry, 22(4), 231-246.
Hooks, B. (2000). Feminism is for everybody: Passionate politics. Pluto Press.
Warner, L. R., y Shields, S. A. (2013). The intersections of sexuality, gender, and race: Identity research at the crossroads. Sex roles, 68(11-12), 803-810.