Por el mero hecho de ser mujeres somos cosificadas, y discriminadas en la sociedad de los medios, así como en la sociedad en general.
Hoy en día se presupone que ya hemos acabado con el sexismo presente desde hace décadas, pero la realidad demuestra que no es así. Día tras día somos bombardeadxs con una inmensa variedad de noticias y/o publicidad sexista a través de los medios.
Los medios de comunicación tienen gran responsabilidad en los mensajes e imágenes estereotipadas que se muestran. A veces se hace de una manera explícita (de una forma clara y evidente), en la que se podría identificar mejor esta manera de cosificar (considerar y tratar a alguien como algo que no es, convirtiéndola en objeto) a la mujer, y de manera implícita (no se manifiesta de un modo directo) que se muestra de una forma más sutil y llega a más personas, porque el mensaje no se reconoce como abiertamente hostil.
Todos estos mensajes nos llegan con un enfoque patriarcal/machista (superioridad y dominancia del hombre sobre la mujer, donde la autoridad la tiene el primero), donde la mujer es cosificada a través de la sexualización. Aún hoy en día, existe una discriminación por razón de sexo por el simple hecho de ser mujer, en el que la mujer es posesión del hombre y es ejercida una relación de poder-control. Según este sistema, la mujer es la encargada del cuidado del hogar, de lxs hijxs y demás familiares. De ahí, que muchos anuncios publicitarios para el consumo de productos para la limpieza sean, en la mayoría de las ocasiones, mujeres las que se encargan de presentarlo creando un mensaje desigualitario en la sociedad. En otras ocasiones, es la mujer representada como objeto de consumo y/o sexualizado. Este vídeo expone algunos ejemplos sobre lo que explico.
Existen otros muchos medios que muestran una imagen de la mujer y/o niña cosificada, como pueden ser películas o series, entre otras. Por tanto, en todos estos ejemplos señalados, donde se muestra una imagen de la mujer y/o niña estereotipada, sería importante sancionarlo con lo que dicta las leyes que a continuación presento.
Nuestras leyes nos amparan para fomentar la igualdad y para que no se creen y difundan estos mensajes, como pueden ser: la Ley 34/88, de 11 de noviembre, General de Publicidad, que promueve la dignidad de la persona; Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, que considera que la publicidad ilícita es discriminatoria; Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual, donde se prohíbe la utilización de la imagen de la mujer en la publicidad de forma discriminatoria así como la erradicación de la desigualdad de las mujeres. (García, 2014). Existe también el Observatorio de la Imagen de las Mujer (OIM) que es gestionado por el Instituto de la Mujer y tiene como objetivo analizar la publicidad sexista y se encargan de recoger quejas, entre otras distintas actuaciones.
Se puede relacionar esta problemática social con la Teoría del aprendizaje social de Bandura, que propone que el elemento mediante el cual las personas aprendemos cosas nuevas es a través de la observación hacia otras personas, mediante la sociedad.
Por tanto, según esta teoría no nacemos realizando prejuicios y estereotipos , sino que los aprendemos e interiorizamos de una forma inconsciente en nuestra memoria y que posteriormente, se refuerza a través de mensajes y observaciones en el día a día, y si no se cuestiona, se sigue aprendiendo y transmitiendo de generación en generación, fomentando una desigualdad de género. Desde pequeñxs, se nos enseña a ser de una determinada forma o se nos regalan juguetes distintos en función de nuestro sexo, desde este momento ya se está estereotipando.
Los medios realzan este mensaje, con el que se quiere acabar, un mensaje que puede conllevar a la violencia, en algunos casos, quitando importancia a un acto de sumisión y desigualdad. Se pretende erradicar estos mensajes de cosificación a la mujer y eliminar estereotipos por razón de sexo para fomentar la igualdad.
La sexualización de lxs niñxs también es un problema actual, ya que nos enfrentamos a disfraces sexualizadxs en las niñas que fomentan la creación de un estereotipo desde la infancia. En dos estudios que se realizaron se comprobó que los anuncios de lxs niñxs sexualizadxs afectan a su rendimiento cognitivo y sugieren la urgencia de implementar intervenciones para combatir la sexualización de la infancia, que transmite un mensaje cultural de que tener un cuerpo sexy es muy importante (Pacilli, Tomasetto, & Cadinu, 2016).
Por último, en una investigación que se realiza con tres estudios diferentes, se demuestra que los ideales y las prácticas de belleza en las sociedades occidentales están vinculados con actitudes sexistas. Los resultados sugieren que los programas que tienen como fin eliminar actitudes sexistas o promover actitudes igualitarias de género, son idóneos y más saludables (Swami, Coles, Wilson, Salem, Wyrozumska, & Furnham, 2010).
En conclusión, es importante cuestionar la información que nos llega a través de los medios y no quedarnos con un simple mensaje lleno de estereotipos y prejuicios. Además, es fundamental la intervención desde la sensibilización y concienciación sobre el tema, el empoderamiento de la mujer así como una educación basada en la coeducación fomentando desde que nacemos una igualdad real y la no discriminación por razón de género.
Laura Fernández
BIBLIOGRAFÍA
Bandura, A. (1982). Teoría del aprendizaje social.
Castilla, E. B. (2005). Violencia de género y publicidad sexista. Chasqui. Revista latinoamericana de comunicación, (91).
García, A. C. (2014). Publicidad sexista y medios de comunicación. Revista CESCO de Derecho de Consumo, (10), 130-142.
Pacilli, M. G., Tomasetto, C., & Cadinu, M. (2016). Exposure to sexualized advertisements disrupts children’s math performance by reducing working memory. Sex Roles, 74(9-10), 389-398.
Swami, V., Coles, R., Wilson, E., Salem, N., Wyrozumska, K., & Furnham, A. (2010). Oppressive beliefs at play: Associations among beauty ideals and practices and individual differences in sexism, objectification of others, and media exposure. Psychology of Women Quarterly, 34(3), 365-379.