Aprender a desaprender
Actualmente, vivimos en una sociedad patriarcal y androcentrista, y aunque poco a poco aumentan las políticas sociales que luchan por la igualdad entre hombres y mujeres, seguimos teniendo comportamientos y actitudes que mantienen estas desigualdades.
El humor es un tipo de comunicación, desde el cual se puede transmitir información en determinadas interacciones sociales (Romero et. al, 2010). El problema es que, en ocasiones, se utiliza esta herramienta para subestimar y denigrar a los individuos o grupos sociales mediante el uso del denominado humor de desprecio o humor de denigración (humor racista, humor sexista, etc.) (Zillmann, 1983). Los prejuicios hacia las mujeres pueden llegar a propiciar el uso del humor de denigración, el cual no se encuentra integrado en nuestra estructura de creencias, a no ser que se posean ideales concordantes con el machismo (Del Fresno, 2018).
“Cualquier persona puede hacer humor sexista, pero aquellos que vayan a apreciarlo son los que ya tienen unos prejuicios y unos estereotipos concebidos previamente”
Esther Linares
[The Objective, 2020]
Según la Teoría de la norma prejuiciosa de Ford (2000) y Ford et al. (2001), el humor de denigración incrementa la tolerancia de la discriminación hacia un colectivo específico, en las personas que tienen niveles altos de prejuicio hacia el colectivo denigrado. Por consiguiente, al restar importancia a la expresión de prejuicios por medio del humor denigrante se perpetúa la discriminación hacia los miembros del grupo objetivo ( Ford y Ferguson, 2004). Por ello, el humor puede llegar a ser un arma negativa, ya que puede utilizarse para deslegitimar, discriminar e, incluso, deshumanizar a un colectivo social, haciendo que las jerarquías y las diferencias sociales se refuercen (Hodson y MacInnis, 2016). Desde la utilización de esta herramienta se puede mostrar muchos de los prejuicios instaurados en la sociedad hacia ciertos colectivos minoritarios. Como consecuencia de estos prejuicios, la discriminación se acentúa llegando incluso al extremo, sembrando odio en el día a día.
Un hombre y una mujer quedaron atrapados en un ascensor y sabían que iban a morir. La mujer se vuelve al hombre y dice, “Hazme sentir como una mujer antes de morir”. Así que el hombre se quita la ropa y dice, “¡Doblala!”.
Además, estos tipos de chistes los podemos llegar a ignorar o tolerar por la sociedad en la que vivimos, ya que al catalogarlo como humor no le damos la importancia que tienen. Se podría decir que el humor sexista actúa como un disfraz de los prejuicios y la discriminación hacia la mujer, pasando desapercibidos y no siendo criticados socialmente.
Todas las personas hemos estado expuestas a este tipo de humor (humor de denigración), incluso, pudiendo haber participado en él. Todas hemos escuchado chistes machistas y, en ocasiones, nos habremos reído sin reflexionar sobre su contenido. Sin embargo, no todo el humor denigra a los colectivos, hay un humor con el que nos podemos divertir y nos puede hacer pensar, considerándolo una manera de aprender. Además, el humor puede proporcionar la “chispa” a los movimientos sociales, haciendo que la participación dentro del colectivo sea divertida, atrayendo nuevos participantes, captando la atención de los medios y así motivar a la lucha por las causas del colectivo social (Hartz, 2007).
El humor subversivo es considerado históricamente como una herramienta para protestar, sensibilizar y buscar el cambio (Riquelme, 2020). Este tipo de humor, el humor subversivo contra el sexismo, también denominado humor feminista, se describe como un instrumento para la confrontación del movimiento feminista con el objeto de cuestionar y enfrentar al estado patriarcal y la discriminación hacia la mujer, además, de actuar como una herramienta para el empoderamiento de las mujeres y erradicar la subordinación a la que están sometidas (Case y Lippard, 2009).
De hecho, Riquelme et al. (2020), realizaron una investigación con el objetivo principal de analizar el humor subversivo contra el sexismo como agente facilitador para la colaboración en acciones colectivas impulsando la lucha contra la desigualdad y el sexismo. Este estudio ha sido pionero en proporcionar una evidencia experimental que apoya la idea de que el humor feminista aumenta la acción colectiva de las mujeres, sobre todo en personas con una identidad feminista más débil. Lxs autorxs de esta investigación, afirman que este humor es una herramienta divertida la cual hace despertar el pensamiento crítico además de la conciencia social sobre la desigualdad entre hombres y mujeres, sobre comportamientos machistas y la discriminación hacia el género femenino. Por lo tanto, el humor subversivo contra el sexismo podría llegar a favorecer al movimiento feminista dirigido a eliminar las asimetrías sociales entre ambos géneros. Esta investigación se ve apoyada por las ideas teóricas de Hartz (2007), la cual dice que los consumidores de este tipo de humor asimilan mejor el mensaje implícito que se transmite. De esta manera, el humor feminista puede atraer a muchas más personas y proporcionar nuevas conexiones, captando a activistas y construyendo una identidad colectiva del movimiento, comunicando de manera crítica situaciones injustas contra la sociedad patriarcal y androcentrista en la que vivimos actualmente, fomentando de esta manera la participación de agentes que se sientan identificadas con el colectivo, para buscar el cambio (Kutz-Flamenbaum, 2014).
El humor subversivo se basa generalmente en la sátira social (Strain et al. 2016), mostrando mediante esta, situaciones injustas de una forma en la que las personas que consuman esta herramienta humorística piensen de manera crítica el contenido en cuestión. Hay muchas mujeres feministas ilustradoras que comunican todas estas situaciones de injusticia por medio de sus viñetas cómicas. Por ejemplo, Lola Vendetta (Instagram: lola.vendetta ).
Además, usar esta herramienta hace que se llegue a un público más amplio. Por ejemplo, por medio de las ilustraciones de Flavita Banana (Instagram: flavitabanana ), una viñetista, ilustradora y dibujante feminista española. A través del humor que transmiten sus viñetas comunica reflexiones sociales y políticas sobre la sociedad actual. Utiliza este tipo de humor para comunicar las injusticias, la desigualdad de género existente, el sexismo y la discriminación hacia la mujer en múltiples contextos de la vida. Algunos ejemplos se muestran a continuación:
También, quiero destacar una cómica monologuista, como Patricia Sornosa (Instagram: patriciasornosa ). Una mujer sin pelos en la lengua, que utiliza el humor como herramienta del movimiento feminista.
Otra ilustradora y autora de cómic española es Raquel Córcoles, más conocida como Moderna de pueblo. Una mujer que te atrapa con sus historias y viñetas sobre situaciones reales que las mujeres vivimos cada día. En una de sus últimas publicaciones de instagram en colaboración con @pennyjayg , cuenta cómo y por qué nació en primer show de cómicas de España y por qué era tan necesario.
“El humor feminista puede servir para advertir, subrayar y hacer saliente la discriminación que sufren las mujeres en muchos ámbitos para finalmente hacernos más conscientes de que las reglas socialmente mantenidas donde se asienta esa desigualdad son absurdas, ridículas y por lo tanto, cómicas. Se trata de reírnos mientras pensamos. Buscamos la risa como vehículo para la acción y el cambio. Un humor para construir una sociedad más igualitaria en lo que respecta al género”
Mónica Romero-Sanchez
[The Objective, 2020]
El humor subversivo en contra del sexismo debe considerarse una herramienta para el movimiento feminista. A pesar del largo camino que nos queda para alcanzar la igualdad entre ambos géneros, es importante no desistir y seguir luchando. Hay que aprender a desaprender lo que hemos aprendido todos estos años, para conseguir un mundo más igualitario y más justo. Por ello, la educación es esencial y hay que invertir en ella, para que las futuras generaciones crezcan sin tantos prejuicios instaurados. Como dijo Angela Davis: “no estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”.
Carmen García Lozano
REFERENCIAS
Case, C. E., & Lippard, C. D. (2009). Humorous assaults on patriarchal ideology. Sociological Inquiry, 79(2), 240–255. https://doi.org/10.1111/j.1475-682X.2009.00282.x
Del Fresno, A. (12 de abril de 2018).“Es sólo una broma” Los límites del humor: Humor sexista y humor anti-gay [Mensaje en un blog] Recuperado de: “Es sólo una broma” Los límites del humor: humor sexista y humor anti-gay (wordpress.com)
Elidrissi, F. (2020, Noviembre 25). Entrevista con Esther Linares y Mónica Romero-Sánchez [The Objective]. Recuperado de El humor sexista, la violencia machista y la respuesta feminista (theobjective.com)
Ford, T. E. (2000). Effects of sexist humor on tolerance of sexist events. Personality and Social Psychology Bulletin, 26, 1094–1107.
Ford, T., y Ferguson, A. (2004). Social consequences of disparagement humor: A prejudice norm theory. Personality and Social Psychology Review , 8 , 79-94.
Ford, T. E., Wentzel, E. R., & Lorion, J. (2001). Effects of exposure to sexist humor on perceptions of normative tolerance of sexism. European Journal of Social Psychology, 31, 677–691.
Hartz, M. (2007). The role of humour in protest culture. In M. Hart & D. Boss (Eds.), Humour and social protest (pp. 198–204). Cambridge, UK: Cambridge University Press.
Hodson, G., & MacInnis, C. C. (2016). Derogating humor as a delegitimization strategy in intergroup contexts. Translational Issues in Psychological Science, 2(1), 63–74 https://doi.org/10.1037/tps0000052
Kutz-Flamenbaum, R. V. (2014). Humor and social movements. Sociology Compass, 8(3), 294–304. https://doi.org/10.1111/soc4.12138.
Moderna de pueblo (2020, Diciembre 15). Pánico machiscénico. ModernaDePueblo (@modernadepueblo). Fotos y videos de Instagram.
Riquelme, A. R., Carretero-Dios, H., Megías, J. L., & Romero-Sánchez, M. (2020). Joking for Gender Equality: Subversive Humor Against Sexism Motivates Collective Action in Men and Women with Weaker Feminist Identity. Sex Roles. https://doi.org/10.1007/s11199-020-01154-w
Romero-Sánchez, M., Durán, M., Carretero-Dios, H., Megías, J. L., & Moya, M. (2010). Exposure to sexist humor and rape proclivity: The moderator effect of aversiveness ratings. Journal of Interpersonal Violence, 25(12), 2339–2350. https://doi.org/10.1177/0886260509354884
Sornosa P. (2019, Abril 5). Stop princesas LIVE. Video publicado en Patricia Sornosa | Stop Princesas LIVE | Comedy Central España – YouTube
Strain, M. L., Martens, A. L., & Saucier, D. A. (2016). “Rape is the new black”: Humor’s potential for reinforcing and subverting rape culture. Translational Issues in Psychological Science, 2(1), 86–95.
Zillmann, D. (1983). Disparagement humor. In P. E. McGhee & J. H. Goldstein (Eds.), Handbook of humor research: Vol. 1. Basic issues (pp. 85-107). New York/Berlin: Springer-Verlag.